El Lumbroso

Schulamith Chava Halevy
trans. Manel Frau i Cortes


Aquella noche yo estaba tan radiante
que apenas podías verme a causa del resplandor

Ahora, en incandescente alba
me encuentro ante tus ojos indefensos.
Alta es la hoguera,
lo suficiente como para oír el llanto de mi ángel.
El Padre Contreras, endeble y vulnerable
murmura por qué?
íEscucha! crepita la voz de las llamas
Escucha su susurro...
Mi carne se acurruca en el fuego
Juntos somos testigos de cómo se reduce a cenizas
Juntos observamos cómo remonta el vuelo

Tú y yo,
y cómo bailábamos cada vez más cerca de las llamas
--por mi carne, por su desfallecimiento
Bien sabe tu vieja alma que no puedo morir
mas tu mente es joven,
y aún no sabe leer en los jalones del firmamento.

Enclaustrado en la difusa luz de mi ocaso
Envuelto y arropado en mí
Estabas en pie rezando
pidiendo que la luz en la que yo me había convertido
fuera derramada
Sobre ti.

Mi aparición revolotea
transportada por tus sueños.
Cuatrocientos años en el abismo
No pueden borrar
el sello
al que nuestros recuerdos
claman
Aún puedo abrazarte
puedo entrar en ti
Insuflar mi eternidad en tu alma.